Hoy, buscando entre las cajas de la última mudanza (tres en menos de 5 años), me he encontrado con el boletín de la cofradía correspondiente al año 2002; además, ese mismo boletín me lo había dado de recuerdo mi padre hace poco tiempo. En él, he podido ver el último artículo que escribí, en nombre del Fiscal de Banda (Manuel Dueñas Molina) para la Agrupación Musical; al leerlo, me han venido a la memoria cantidad de recuerdos buenos y otros no tan buenos. Uno de esos no tan buenos, fue la sensación de que éste era el último artículo que escribiría para la “banda”. A los pocos meses, el tiempo me confirmó que la sensación que tuve era más bien, una premonición.
A pesar de todo y después de todo el tiempo pasado, son los recuerdos buenos los que me llenan y hacen que el pensar en los trece años en los que forme parte de la Agrupación Musical, hayan sido los mejores años de mi vida cofrade.
En verdad os digo, que acompañar musicalmente al Rey del Lunes santo durante 3 años, como hizo nuestra “banda”, bien valen 10 y más años, si hiciese falta, abriendo cabecera.
En ese año si hubieramos cumplido con lo contratado y se nos hubiera permitido realizar lo solicitado a la hermandad, la banda hubiera dado un paso de gigante y hoy en dia seria tan grande y buena como hoy en dia es la pasión que es la que acompaña cada lunes santo desde que nosotros desaparecimos.
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